¿Puede ser la vida algo que deje de ser vivo?
¿Puede la vida dejar de serlo?
¿Puede morir la vida?
La vida no es su manifestación: un gato, tú, cualquiera. Eso, nosotros, ellos, somos donde la vida habita y nos insufla su naturaleza para que, en lugar de algo, seamos alguien.
Somos donde habita la vida.
El cuerpo es un conjunto de átomos. Los átomos, cada uno, es un 99% vacío. El 1% restante son electrones, protones y neutrones. Estas partículas no están vivas. Se mueven arrastradas por fuerzas pero no viven.
¿Dónde está la vida en el cuerpo? ¿Dónde reside?
La vida impulsa reacciones bioquímicas, forma el ADN, crea combinaciones que llamamos células, hormonas, dendritas, sangre, órganos…, pero eso es la manifestación de la vida. Es el cómo.
Pero el cómo no es el qué.
La vida se auto sustenta. Anima a sí mismo por sí mismo. Y no necesita alimento. Ella es el alimento.
¿Dónde, en ese átomo vacío, está la vida?
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