Tanto la amaba que la rodeó con sus brazos y, en nombre del mismo amor, apretó tan fuerte que ella desapareció en su interior.
Se encontró con una colección de almas que intentaban moverse entre estrechas paredes de vísceras con caras tristes y suplicantes. Ella miró tan terrible escena con desconfianza y a pesar de que su cabeza entendía, su corazón lo disculpó pues tal era su amor por él. De pronto sintió la inmensa necesidad de respirar y oteó intentando encontrar un sitio despoblado.
Recordando un viejo cuento de su padre se dejó escurrir entre la sangre confiando que fuera el camino adecuado. Llegó a una estancia vacía donde pudo estirarse sintiendo un momentáneo alivio.
Fue cuando comprendió que estaba en el corazón del hombre cuando ya no pudo parar de llorar.
Uau!!!
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