martes, 20 de julio de 2010

tu



Cuando venga ese día
que llegará
y el saco esté lleno de harturas
gobierne el impulso mis razones
y no quiera librar batallas en guerras perdidas.

Romperé en mil trozos lo guardado
gritaré a oídos sordos la palabra basta
y enfrentaré destinos
obligando a desencuentros.

Y pagaré con la sangre
que una vez yo derramé
y será justo.

Y nadie, salvo una, entenderá
que hay razones que la razón no entiende

Se que la razón me llevó hasta aquí
y estuvo bien.

Pero ahora es el corazón quien manda
y no puedo hacer nada para evitarlo.

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